martes, 11 de septiembre de 2012

Caso CLAE (Capatacion Masiva indebida)

El Centro Latinoamericano de Asesoría Empresarial más conocido como CLAE fue una entidad fundada por Carlos Manrique y que operaba, en el sector financiero, a pesar de no ser reconocida legalmente para participar en dicho merado. Esta entidad se encargaba de captar el dinero de ilusionados inversionistas que depositaban su dinero en dicha entidad con la finalidad de obtener jugosas ganancias que otras entidades financieras formales y reconocidas por la SBS no podían ofrecer. Debido al auge que tenía CLAE en sus operaciones cada vez una gran cantidad de personas acudían a sus instalaciones para poder depositar su dinero para tener ganancias a futuro. Por ello, CLAE se convirtió en una de las empresas más importantes que se posicionaba dentro de las primeras 450 empresas del Perú donde llegó a mover cerca del 40% de la liquidez nacional y que tenía influencia en la vida económica del peruano promedio. Asimismo, su fundador, Carlos Manrique fue designado como el hombre del año debido a su aparente buena gestión y práctica empresarial. Sin embargo, el modo que operaba CLAE no era la correcta debido a que utilizaba una práctica ilegal y que estaba prohibida en el Perú. El tipo de fraude que practicaba la empresa CLAE se llamaba fonzi o método piramidal. Bajo este método, la empresa se comunica con la víctima y le recomendaba que invirtiera su dinero en dicha entidad con la promesa de que ganará una mayor cantidad de dinero debido a las altas tasas de interés que ofrecía (alrededor del 50%) dentro de un periodo de tiempo específico bajo la condición de que esta persona trajera a diez personas que invirtieran el mismo monto que él. Después de los días pactados, la victima recibe el dinero que invirtió más los intereses generados, ya que dichos montos provenían de sus amigos y otras personas que invirtieron su dinero después de él. Por consiguiente, para que dichos amigos puedan tener ganancias eran obligados a reclutar a otras diez personas para que puedan cobrar su dinero. Sin embargo, a largo plazo, el tamaño de la pirámide era tan grande y compleja de administrar que la cadena se rompía y por lo tanto se desbarataba la estructura de pago por lo cual solamente salían ganando los inversionistas que pusieron su dinero más temprano que los otros (estafados) que se encontraban en los últimos escalones de la pirámide donde perdían su dinero totalmente. De esta manera, CLAE venía operando en el mercado financiero peruano durante 26 años sin recibir ninguna queja o reclamo por parte de sus acreedores, ya que aparentaba ser una empresa sólida debido a que CLAE había diversificado de cierta manera sus negocios en distintos rubros bajo los nombres de CLAE Club, CLAE Shop Center, AeroCLAE y era propietario del Banco del Comercio. Sin embargo, esta empresa nunca estuvo regulada por la Superintendencia de Banca y Seguros (SBS) y fue uno de los principales motivos de su intervención por parte del Estado, durante el gobierno de Alberto Fujimori, el 23 de abril del 1993 generando un tremendo pánico financiero que afectó al sector financiero del país principalmente a los bancos y entidades financieras. Durante sus 26 años de CLAE, esta entidad captó alrededor de 1177 millones de soles y 91 millones de dólares que pertenecieron a 209773 inversionistas donde muy pocos recuperaron su dinero, alrededor de 160 familias, a costa de la gran mayoría, que nunca más volvió a ver su dinero y que pugnan y reclaman actualmente por la devolución de su dinero. Cabe mencionar que los principales responsables de esta estafa fueron los directivos de CLAE, especialmente Carlos Manrique, ya que conocía en su totalidad las operaciones que la empresa realizaba y su marco de ilegalidad en el Perú. Asimismo, el gobierno peruano por no haber cumplido su rol como ente protector del bienestar de los ciudadanos ya que tardó demasiado en tomar medidas drásticas y necesarias para frenar las operaciones de la empresa CLAE y frenar el crecimiento de la pirámide y acumulación del mal dinero captado. En cuanto a los afectados, los principales fueron la gran cantidad de personas que invirtieron en esta entidad con la finalidad de tener ganancias de manera rápida y fácil sin tener conocimiento de cómo se invertía su dinero. En muchos casos, dichas personas se prestaban dinero del banco dejando en aval sus propiedades para invertir el dinero el CLAE y dado los acontecimientos no solamente perdían su dinero invertido sino ponían en riesgo la propiedad de sus inmuebles y otros bienes de las personas. Asimismo, la totalidad de personas que trabajaban para CLAE perdieron sus empleos debido al cierre de la empresa por parte del estado a través de la SBS y quedaron sin trabajo alguno de un día para otro. Como consecuencias dentro de la corporación, fueron en primer lugar, la liquidación total de la empresa por parte de la SBS debido a la ilegalidad de sus operaciones a pesar de que esta tenía reservas de dinero en sus bóvedas. Asimismo, se inició una persecución judicial a los responsables de la administración de CLAE, donde Carlos Manrique fue denunciado penalmente por los delitos de fraude, banca paralela, estafa y falsedad de información financiera a pesar de darse a la fuga viajando al extranjero fue detenido y recluido en la cárcel de Miami para luego ser extraditado al Perú para ser juzgado por la justicia peruana y cumplir su condena en el país. Por otro lado, las personas que habían contribuido con los aportes a CLAE perdieron su dinero, a pesar que la empresa tenía reservas de dinero alrededor de 30 millones de dólares hasta el día de la intervención por ello, estas personas crearon la Asociación Cristiana de Claeistas con la finalidad de reclamar sus aportes a través de dicha asociación pero hasta ahora ninguna entidad estatal les brinda una solución factible para recuperar su dinero. En cuanto a las consecuencias fuera de la empresa, la disolución de CLAE generó un pánico financiero que afectó al mercado peruano dado que la gente ya no confiaba en las entidades financieras a pesar que estas estaban formalmente constituidas. Las personas optaban por retirar sus depósitos de los bancos debido al temor que les generó cuando se enteraron que CLAE había sido cerrado por el Estado por lo que, en los bancos, los depósitos de dinero disminuyeron dramáticamente. Asimismo, otra consecuencia fue el aumento del desempleo debido a que se despidieron a una gran cantidad de personal que laboraba en CLAE sin dale los beneficios sociales que les pertenecía como la compensación por tiempo de servicios y otros, por este motivo se realizaron marchas y protestas para que se les pueda recompensar y reconocer económicamente todos los años que habían servido y trabajado en dicha entidad sin embargo hasta ahora no se les ha reconocido ningun monto significativo.

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